La escritura es esa vela que empuja la nave según su destino, a veces se escribe lo que se recuerda y otras se escribe para recordar.
Si la lectura es un maravilloso viaje, y la vida es un viaje apasionante, entonces la lectura es la vida, maravillosa y apasionante.
La palabra cobra vida al pronunciarla la voz, el libro cobra vida al ser leído.
Un libro renace tantas veces como se lee, porque es la imaginación de cada lector, quien lo reescribe a su manera.
La magia de un libro está en que el libro te secuestra provisionalmente a su mundo y te mete en las diferentes pieles que allí aparecen. Mirar un libro aunque sea de lejos es una batalla entre la invitación y la tentación de sumergirte en él. El libro planta semillas en la imaginación y en el pensamiento, que regadas en la conciencia, acaban casi siempre brotando en el corazón.
Un libro es una vida en la que alojarse provisionalmente y a la que puedes volver de vez en cuando, porque va cambiando con el tiempo.
La novela es una invitación a un mundo de oportunidades, tantas como el ánimo del que la lee, debería plantar semillas de dudas, dudas que remuevan la conciencia, el pasado, y los cimientos de todo lo que creemos saber y conocer. Porque el ser humano tiene la posibilidad de avanzar, de mejorar, de prosperar, de imaginar y de crear, y su esencia está en no dejar nunca de hacerse preguntas.
Los colores muestran un tono según la luz que los envuelve, los libros según el ánimo del que los lee.
Escribir da un margen de maniobra brutal porque si lo dice el narrador parece que te lo cuenta el autor, pero si lo dice un personaje, por mucha barbaridad que sea, lo ha dicho él. Así que si no estás de acuerdo, siempre le puedes pedir responsabilidad, al personaje claro, yo solo soy un simple aprendiz de escritor. Como dijo el maestro O.Wilde “es la máscara la que nos permite decir todo, incluso la verdad”
El personaje alcanza dimensiones, a las que tú como autor, nunca llegarías. Escribir una novela es una excusa para viajar a un lugar, a un tiempo, época, o a unos personajes e indagar y reflexionar todo lo que pueda sobre ello. Es fingir o suplantar otra persona, otro momento, otra situación u otro mundo. Donde el premio, como en la vida, no está en el final, sino en el trayecto. Porque además este es el único sitio que conozco para doblegar o evitar la sentencia del tiempo. Con el permiso del Dr. Froid. “Quien calla una palabra es su dueño, quien la pronuncia es su esclavo y el que la escribe tiene… cadena perpetua ”